El pacífico reino de Azeroth está a punto de entrar en guerra para enfrentarse a unos terribles invasores: orcos guerreros que han dejado su destruido mundo para colonizar otro. Al abrirse un portal que conecta ambos mundos, un ejército se enfrenta a la destrucción, y el otro, a la extinción. Dos héroes, uno en cada bando, están a punto de chocar en un enfrentamiento que cambiará el destino de su familia, su pueblo y su hogar.
Aviso, no he jugado al World of Warcraft, los MMO requieren tiempo, algo escaso para mi en la época en que salió el juego. Si que lo hice a los dos primeros títulos de estrategia, hace muchos, muchos años. Entre lo que jugué, y lo que me ha llegado de familiares y amigos que sí que han jugado, el mundo en el que se desarrolla la trama no me es del todo desconocido. Lo comento porque esta película, lo que cuentan y ves o sobre todo para los fans lo que no cuentan o no ves, cambia radicalmente si eres un jugador del WoW o si no lo eres.
La historia es sencilla, se agradece que no haya muchos personajes principales para no liarnos, siempre desde la perspectiva de un no jugador. Eso si, los secundarios si tienen una frase deben dar gracias, porque la mayor parte de la película hacen de palmeros. Se vislumbra mucho más que contar, las otras razas que salen, enanos, elfos...solo están de muestrario, quizás si hay secuela tengan algo de protagonismo y se nos enseñe más de Azeroth. Parece que la habrá, gracias a la recaudación fuera de Estados Unidos y sobre todo en China, porque en US ha sido un fracaso.
En no enseñar mucho del mundo donde se desarrolla la trama y tampoco otras razas es una de los grandes inconvenientes que se le achacan a la película por parte de los fans del WoW, como el no haber introducido más guiños a los jugadores y como he comentado, el ceñirse a los personajes principales no saliendo otros que los jugadores demandaban. El querer hacer la película accesible y que el espectador no jugador pueda ir a verla sin perderse, va en detrimento de contentar a los fans. Un equilibrio difícil de mantener que por lo visto no han conseguido.
Los actores cumplen ya que la película no da para alardes interpretativos. No son muy conocidos, casi todos con una sólida carrera en series y TV movies del mercado estadounidense, quizás destacando Travis Fimmel (Anduín Lothar) a los seguidores de la serie Vikingos.
Hoy en día con el CGI se puede hacer cualquier cosa, lo que el director y guionista quieran plasmar con presupuesto lo tienen, no hay personaje, paisaje, planeta, explosión que no se pueda hacer. En esta película los paisajes lucen muy bien, los efectos de las diferentes magias, las criaturas que salen y las batallas están muy bien realizadas. Mención aparte los orcos, para mi gusto un poco sobredimensionados, pero muy bien realizados y la interacción con los demás personajes es perfecta. El sistema de captura de movimientos ha mejorado mucho. Un sistema, que en la industria del entretenimiento comenzó con algún videojuego y su salto al cine fue con el añorado y recordado Jar Jar Binks, de la compañía ILM y otros como King Kong o Gollum, de la compañia Weta digital creada por Peter Jackson. 
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